La ilusión es lo último que se pierde. ¿Cuántas chances ciertas hay de que Lionel Messi vuelva a Rosario? ¿Acaso hay al menos una? A los hinchas de Newell’s poco les importa. Ellos están convencidos de que si hay una posibilidad es ahora o nunca. Prácticamente afuera del Barcelona, los leprosos organizaron este jueves una caravana para hacer visible el pedido de contar con Leo. Cientos de autos partieron desde el estadio Marcelo Bielsa para llegar al Monumento a la Bandera para pedir, a pura bocina, que el 10 juegue al menos seis meses en el equipo del que es hincha.
Rosario está convulsionado. Globos, cantos y bocinas se empezaron a escuchar desde las 18, la hora pactada para el inicio de esta caravana, siempre cuidando los protocolos sanitarios. Familias enteras. Banderas en el capot de más de un auto y la ilusión intacta de algo que por ahora no es más que un sueño.
«Es inevitable que el mundo Newell’s mantenga el sueño de que Messi juegue acá unos meses, y tal vez pueda suceder, pero no debemos perder de vista lo que representa él, hay que ser realista. Es complicado», dijo Scocco, uno que pegó la vuelta como Pablo Pérez y, en su momento, Maxi Rodríguez.